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Felipe II

No todos los peregrinos que han pasado por el Camino de Santiago son o ha sido gente anónima. A lo largo de su historia la Ruta ha sido testigo del peregrinaje de gente ilustrísima, incluidos miembros de casa reales como: Matilde, hija del rey de Inglaterra Enrique I en 1125; Guillermo X, duque de Aquitania, en 1137; Alfonso VII en 1138; el rey de Francia, Luis VII, en 1154, y en 1325, Santa Isabel de Portugal.

Pero no han sido los únicos, a lo largo del Camino se pueden encontrar edificaciones en las que aparece una placa recordando el paso por ese pueblo de algún personaje destacado. Es el caso de Ligonde, en Lugo, donde se asegura que paró a descansar durante su peregrinaje Felipe II, Rey de España.

Este poderoso rey llegó a gobernar más de la mitad de Europa occidental, toda América al sur de río Grande, las islas Filipinas y otros territorios de Asia. Empezó a gobernar España, en nombre de su padre ausente Carlos V, en 1543, cuando contaba 16; más tarde, en 1554, se convirtió formalmente en el gobernador de media Italia y, mediante matrimonio, de Inglaterra; por último, en 1556 pasó a gobernar todas las posesiones de Carlos V, muerto en 1558.

Durante todos los años de su mandato, hasta su muerte en 1598, tuvo serios problemas con el gobierno que nunca pudo resolver. Dado lo vasto de su imperio se tuvo que enfrentar en numerosas ocasiones a los levantamientos de los estados bajo su control. España tampoco era fácil de regir. La división de la península en autonomías cada una con sus propias leyes e instituciones le supuso más de un quebradero de cabeza, le limitaba mucho a la hora de gobernar.

Se casó en cuatro ocasiones, con la princesa María de Portugal, que falleció joven; con María Tudor, reina de Inglaterra; con Isabel de Valois, y finalmente con su sobrina veinte años más joven, Ana de Austria, con la que se dice fue muy feliz.